La noche siguió existiendo,
y la luna llena
se elevó sobre los árboles
iluminando la tierra y bañandola
en su luz espectral;
Y el espiritu primitivo
continuó vivo y activo,
fiel y devoto;
Las cosas que nacian
del fuego y las raices
eran suyas,
sin embargo,
retuvo su libertad y su salvajismo,
y desde las profundidades
de la selva,
el sonido seguía
LLAMÁNDOLE.